El texto que se va a analizar a continuación habla de servicio social, que si bien no es lo que hoy se conoce como Trabajo Social en México forma parte de los antecedentes de la profesión.
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El texto se basa en el análisis de una Conferencia de servicio social celebrada en París.
“El 8 de julio de 1928 se celebró en París la primera Conferencia internacional de Servicio Social.”[1]
De los temas que se analizaron en esta conferencia destaca el servicio social de casos, ya que sin duda es parte elemental de lo que hoy comprende la metodología tradicional de Trabajo Social.
“En el curso de la Conferencia se trató el tema de la situación de la formación: cómo estaban organizadas las escuelas, cómo se concebía la formación teórica y práctica, cuáles eran los programas de enseñanza las posibilidades de especialización, y el comienzo de la formación permanente y superior. Se planteó también si se trataba de un oficio o de una profesión. Detrás de la alternativa se entendía que un oficio se caracterizaba esencialmente por el dominio de unas determinadas técnicas, mientras que la profesión implicaba simultáneamente un saber, un conocimiento que el oficio no tenía, además de una ética y un estatuto distinto.”[2]
Aunque en Europa el Servicio Social era considerado una profesión, aún faltaba estructurar y definir el método que debía enseñarse en las escuelas para abordar problemáticas sociales ya que se distinguían diversas actividades u oficios que se encargaban de niños, mujeres, enfermos, ancianos para mejorar su salud o educación.
Al Trabajo Social en Francia se le consideraba un cúmulo de actividades, entre las cuales destacaban:
“26.850 Asistentes de servicios sociales, 408 Consejeros en Economía social y familiar, 7.200 Trabajadores familiares, 2.700 Animadores, 1.250 Consejeros conyugales, 900 Delegados de tutela, 22.650 Educadores especializados, 3.110 Educadores técnicos, 6.610 Educadores de niños, 16.770 Monitores educadores y 2.000 Ayudantes médico-psicológicos.”[3]
Las personas que se dedicaban al servicio social no tenían un documento que avalara su capacidad o su reconocimiento profesional.
“En 1932 por un decreto se creaba el diploma de capacidad profesional permitiendo llevar el título de asistente de servicio social diplomado del Estado francés. Este diploma se alcanzaba después de cuatro años y ya se diferenciaba del de las enfermeras visitadoras.”[4]
Algo que hay que destacar es que el servicio social europeo ya incursionaba en el ámbito empresarial. De hecho en Europa el servicio social empresarial (entiéndase éste como el trabajo que se desempeña dentro de una empresa y no por ser dueño de una) aparece desde la Primera Guerra Mundial encaminado a la seguridad de las mujeres que incursionaban en la vida laboral por primera vez, el riesgo para ellas consistía en su integridad moral.
“El riesgo moral que implicaba la situación de las mujeres trabajadoras desplazadas a las zonas industriales y que vivían en promiscuidad con la mano de obra masculina que no había sido enviada al frente.”[5]
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Dentro de las consecuencias socioculturales ya se mencionaba la incursión de la mujer a la vida laboral dentro de las empresas formando parte del personal asalariado como obreras. Sin embargo, la incursión de la mujer a la vida laboral no solo tenía que ver con ser obreras, muchas mujeres deseaban dedicarse a una de las actividades de Trabajo Social ya sea como enfermeras visitadoras, educadoras o en el servicio social ya que hasta el momento eran de las pocas profesiones a las que tenían acceso las mujeres en esa época.
“La opción por dedicarse al Trabajo Social sería una alternativa, una estrategia feminista de las mujeres que, imposibilitadas en este periodo posterior a la Guerra Mundial, para dedicarse a la política se dedicaban a la acción social. La Gran Guerra no había supuesto ningún avance para la liberación de la mujer belga, pero su contribución en las organizaciones de ayuda fue fundamental durante y después de la guerra asumiendo diversas tareas de ayuda a los grupos más vulnerables.”[6]
Sin duda en Europa lo que se conoció como servicio social fue un precedente importante para la que hoy se conoce como la profesión en Trabajo Social y es que fue en Europa donde esta concepción tuvo gran auge debido a las consecuencias que las Grandes Guerras habían dejado: una población mermada, lastimada, imposibilitada para seguir con una vida tranquila y con múltiples necesidades por resolver.
Las escuelas y las instituciones a través del servicio social pudieron acercarse a dichas necesidades y tratar de dar respuesta; gracias a estos factores las escuelas de servicio social se incrementaron y se puso un mayor énfasis por definir una metodología integral para responder con eficiencia a los problemas sociales.
visita el siguiente enlace:
http://revistas.ucm.es/trs/02140314/articulos/CUTS8787110073A.PDF
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